Los desastres afectan cientos de miles de vidas cada año. Cada desastre tiene efectos duraderos – algunas personas sufren lesiones graves, otras mueren y los daños a la propiedad pueden ascender a miles de millones de pesos. Si un desastre azota su comunidad, el gobierno local y las organizaciones de asistencia en desastres tratarán de ayudarle. No obstante, usted también tiene que estar preparado. Es posible que las personas encargadas de responder a desastres a nivel local no puedan llegar a usted inmediatamente o tengan que concentrar sus esfuerzos en otro lugar. Estar preparado y entender lo que se debe hacer puede reducir el temor, la ansiedad y las pérdidas que acompañan a un desastre. Las comunidades, las familias y las personas individuales deben saber qué hacer en caso de un incendio y dónde buscar refugio en caso de un tornado. Deben estar preparadas para evacuar sus hogares, buscar protección en un refugio público y saber cómo atender sus necesidades médicas básicas.