Si la actividad mental es un sistema funcional complejo, que supone la participación de un grupo de áreas cerebrales que trabajan concertadamente (y algunas veces, áreas del cerebro muy distantes), una lesión y/o disfunción de cada una de estas zonas o áreas puede conducir a la desintegración de todo el sistema funcional, y de este modo el síntoma o pérdida de una función particular no nos dice nada sobre su “localización”. Un ejemplo de esto es el procesamiento de las emociones, el miedo, la ansiedad, el estrés, la depresión, donde las áreas que intervienen en su procesamiento son las mismas; entonces si intervienen las mismas áreas intentaré responder que es lo que hace que se desarrolle un trastorno u otro. Se dice a menudo, y con razón, que la ciencia progresa a saltos, según los éxitos alcanzados en el dominio metodológico. Cada paso cumplido por la metodología nos eleva un grado hacia un horizonte más amplio, desde el cual se revelan a nuestros ojos objetos que antes eran invisibles.